Entre el bullicioso día y la silenciosa noche me siento como
si fuera dos personas, pero bajo un mismo estímulo, el deseo de explorar la
libertad, sí, aquella que me lleva a una constante nueva tranquilidad, en un
diferente tiempo y lugar, quizá con un poco de dolor cuando recuerdo que mi
debilidad por entregarme sin condiciones siempre me ha llevado a lo trágico.
¿Se puede vivir sin confiar? Quizá algunos puedan decir sí,
pero yo no puedo, en todo caso opto por aislarme, pero cuando me enfado vuelvo
a confiar, pareciera un círculo repetitivo sin aprendizaje, quizá, pero sí
guardo algo, esa parte que pareciera ser más grande cada día.
Hoy es sábado, bebo una copa de vino tinto, pero prefiriera
hacerlo con mis amigos, no solo, pero ¿dónde están? Algunos andan viajando,
otros están en las distancias, bueno, entonces no puedo hacer nada.
Que tengas un intenso fin de semana, no olvides pasarla
bien, es lo mejor que podemos hacer, aunque estés solo como yo.
Juan M. Castro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario