sábado, 31 de diciembre de 2016

¡FELIZ 2017!




Un año más que finaliza, un año más que inicia, pero tan solo ciclos que nos permiten organizarnos, pero no tienen relación con el conocimiento personal y la profundidad de la conciencia realmente.

El pobre conocimiento de la humanidad se ha enfocado en lo material, ha construido su propia principio de la verdad, de lo que importa y le ha dado la espalda a lo esencial, sí, lo espiritual, Dios.





¿Qué podrá ser del hombre sin su creador? ¿Qué curso tomará la humanidad cuando su valor radica en lo material, cuando ni tan siquiera es un ser inmortal en este mundo?

Siempre será un año más que termina e inicia, pero la verdadera transformación no tiene tiempo, pero sí inicia en este mundo con la fe y la alabanza y glorificación a Dios, el único Dios verdadero que Cristo nos enseñó a llamarlo Padre.

«…Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo…»

Mientras siga existiendo el sufrimiento, el abuso y el abandono, siempre tendremos que levantar los ojos al Padre eterno, siempre será un tiempo de lucha, de no guardar silencio hasta el último segundo que nos quede de vida, somos hijos del creador, no de este mundo.



¡Feliz 2017!