«Cuando permites que conduzcan tu vida, tan solo te alejas de ti mismo, expones lo más sagrado, tus emociones, a la indulgencia de tu propio raciocinio manipulado, donde tan solo fluye de la manera más armoniosa la maldad, tu inteligencia moralizada destruyendo contradictoriamente tus propios anhelos», (Juan M. Castro).
domingo, 9 de junio de 2013
Juan M. Castro: Ella
Juan M. Castro: Ella: En el profundo silencio de la madrugada, ella lo llamaba, pareciese que siempre fue el único, «Me siento sola, quédate conmigo», le d...
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