Intentaba
destruirlo con palabras vacías de sentido, la fuerza de la intención no tiene
valor frente a la realidad.
«Él no puede
tolerar cuando algo o alguien lo hace sentir incómodo, jamás lo tolerará y tu
si, una gran diferencia entre tú y él», le dijo, una perfecta definición que te
permite vivir con autenticidad y dignidad.
Interpretación,
realidad y contexto, una perfecta armonía que jamás debe de separarse, de lo
contrario las emociones se convertirán en el eje de tu vida, locos, absurdos e
irracionales actos impulsivos que tan solo conducen a tu propia destrucción.
«Algunos días
prefiero quedarme simplemente así, solo, rodeado de mis perros y mi hermoso
jardín, en una eterna tranquilidad; en algunas ocasiones intento romper y
alejarme este círculo íntimo que he logrado construir, entonces abro de nuevo
la puerta, pero es cuando más la quiero cerrar para siempre, odio la
superficialidad», pienso día a día.
Aún lo sigo
esperando solo frente a la chimenea, el sentido y la lealtad, el amor sin
egoísmo y posesión; al amigo que te ama y te acompaña incondicionalmente.
Te quiero.
Juan M. Castro
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