Realmente a veces me cuestiono el origen de los
prejuicios, de esos que nos hacen etiquetar, actuar como conciencias y
representantes de un Dios que hemos moldeado, no del real creador, al que Cristo
nos enseñó a llamarlo Padre.
Siempre me ha creado conflicto que «LA DIVERSIDAD», actúa
como una dinamita en muchas personas, llegando a considerarlo hasta diabólico,
inmoral y muy malo; entonces llama al Padre misericordioso de esa forma, ya que
parece ser un amante de la diversidad, del proceso y la evolución, sí, la
genética.
Cuantas personas han terminado y destruido sus vidas por
no ser aceptadas, por no ser amadas, tan solo por ser como Dios las hizo, pero
fue la ignorancia humana la asesina, una asesina en serie que seguimos
alimentando.
Tu forma de caminar, tu belleza, eres única y eres parte
de nosotros.
Te quiero.
Juan M. Castro
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