«Siempre lo tenía presente, pero no era suficiente, mis
instintos más primitivos seguían rigiendo sobre mi voluntad esos específicos
momentos, yo, como un esclavo de ellos no tenía elección, me conducían. Todo
cambió cuando mi pequeño mundo se vio amenazado, cuando la profunda verdad se
manifestó, entonces comprendí que para el cambio jamás es demasiado tarde».
Pero ¿qué es tomar conciencia? Profundizar más allá de la
común comprensión social, tener presente que la aceptación de la propia
experiencia afecta la profundidad de conocer una verdad; los prejuicios y la
ignorancia representan el peor obstáculo para la meditación y el entendimiento
luminoso que te compromete, conduciéndote al cambio.
Saber definir, repetir o pronunciar algo, tan solo dice
de un conocimiento, pero no de una asimilación. El conocimiento profundo de una
verdad compromete y transforma por consecuencia porque eres parte de este
mundo, no eres un espectador.
Te quiero.
Juan M. Castro
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