jueves, 26 de mayo de 2016

MÉXICO: MATRIMONIOS DEL MISMO SEXO




El tema acerca del matrimonio homosexual, indudablemente debería de ir más allá, el debate acerca del tercer género “sexo”, porque de otra manera los prejuicios sociales-religiosos estarán en la constante condena, aunque legalmente sea permitido.


Los obispos mexicanos se han declarado en contra, quizá desde una perspectiva cristiana-bíblica sí tengan algo de razón, pero seguramente cambiará en el tiempo, en una mayor comprensión e interpretación de las sagradas escrituras la postura cambia, recordemos que en otros siglos la Iglesia se negaba a aceptar que el mundo fuera redondo y muchas más interpretaciones erróneas, ya ha cambiado.
La comunidad homosexual también tiene una nueva responsabilidad, la oportunidad que por tanto tiempo le fue negada y que hoy es una realidad: el reconocimiento pleno y legal. El matrimonio es algo muy serio, la adopción, el tener hijos muchísimo más, no corresponde a un capricho, un deseo egoísta para satisfacción personal.
Las familia fundada por un hombre y una mujer, tampoco han hecho bien las cosas, hay mucho por reprochar, quien piense lo contrario que simplemente vea su propia familia.
En cada grupo de personas, incluyendo el eclesiástico, los principios fundamentales se rompen y violan a cada instante, contradicen el espíritu cristiano, quizá porque después de todo la respuesta a Dios es completamente personal, no hay una regla de orientación sexual que marque la pauta para comunicarte con Dios, el ESPÍRITU SANTO ilumina a quien quiere, a quien lo pide y lo implora con un corazón humilde.
La comunidad homosexual sí es responsable en mucho de la distorsionada imagen que tiene la sociedad de ella, ser homosexual no es ser una parodia de la mujer, jamás, simplemente habla de una orientación, preferencia en el gusto.  
Las comunidades religiosas tendrán que aprender a convivir con una sociedad más abierta y plural, no tienen otra opción.
Los obispos mexicanos no deberían de preocuparse tanto, tienen de por sí mucho por hacer dentro de su casa, los temas de abuso sexual de sus sacerdotes siguen encubiertos, eso también contradice las sagradas escrituras, el tema de la homosexualidad dentro de la jerarquía católica tampoco está permitido, sin embargo la Iglesia está llena de sacerdotes homosexuales.
Nadie le está pidiendo a los obispos mexicanos que bendigan a los matrimonios homosexuales, tan solo se trata de cordura, coherencia y respeto social.
Ser homosexual no es una parodia de la mujer, quien sí lo crea, entonces quizá no tenga la madurez para formar una familia.
Que Dios bendiga a México, que la violencia, la corrupción y la impunidad lleguen a su fin, que la paz reine de nuevo es nuestro querido pueblo.
Te quiero.
Juan M. Castro

No hay comentarios.: