jueves, 11 de abril de 2013

Credibilidad


Escuchamos hablar sobre crísis de credibilidad en las instituciones, incluyendo las religiosas, pero me cuestiono con frecuencia sobre la propia participación, es decir, la corresponsabilidad, al ser partes de la misma. Las costumbres, sí, pesan mucho, formas aprendidas, herramientas que a veces no se cuestionan y se incorporan en la vida personal, produciendo el mismo triste efecto. 

Pareciera que la vida personal se convierte en una carrera, en donde se persiguen los mismos beneficios, consecuentes de las mismas necesidades, de los mismos procesos aprendidos desde la infancia. La tentación a la corrupción, no es entonces una decisión en determinado momento, tan solo es un acto consecuente, una manera arraigada de pensar, pero que utiliza un doble lenguaje.  

Hablar y desear, no significa ser, quizá sea tiempo de ver más allá y cuestionar, hasta la niñez.

Buenas noches, te quiero. 
Juan M. Castro

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