viernes, 4 de octubre de 2013

Otras realidades


 

Es tanto lo que hoy se puede entender gracias a la experiencia y sus métodos científicos, en apariencia diferente a otros tiempos donde todas las verdades concebidas eran definidas, dando como resultado una sociedad llena de supersticiones e ignorancia, ¿estaremos en la actualidad retornando a este extremo? Creer tan solo por la objetividad de la ciencia, veo una constancia racional que se hace más fuerte y una negativa a reconocer la existencia de lo que está fuera de su comprensión.
 
 

Desde las primeras interrogantes frente a los desafíos de la naturaleza y la constante presencia de la muerte, es como se originaron las grandes e influyentes ideas que limitaron la vida y lo espiritual, creencias que hoy han sido descodificadas, una tendencia que va más allá, anulando otras formas igualmente reales, pero intangibles.
La pretensión del entendimiento y sus métodos han llegado hasta las puertas de lo incomprensible, esa otra realidad que es espiritual. La psicología, la antropología y la sociología en su afán del entendimiento del comportamiento han logrado mucho, pero no han podido explicar ciertos hechos y como consecuencia de su lógica los han negado, remplazando la verdad por una definición contraria a su naturaleza, repercutiendo en la conciencia del hombre al definirse a sí mismo.
¿Dónde se encuentra la forma para darle credibilidad a otras verdades que escapan a la razón? ¿Acaso la ciencia tendrá la autoridad para interpretar todas las manifestaciones de vida? Claro que no, ya que tampoco lo ha podido hacer en su totalidad con la vida biológica, mucho menos con lo espiritual, intentarlo no significa tener acceso a ella.
Mira con profundidad tus ojos frente al espejo, permite que fluya lo que hay en ti, podrás encontrar mucho en tu interior, emociones mal situadas que han venido alterando la naturaleza de tu persona, «Cuidado con las palabras y gestos, tu pensamiento no lo pueden conocer ellos, pero sí figurarlo cuando ya lo has decidido», me decía él esa noche. 
¿En qué consiste la realidad? En algo indefinible para la razón humana, una sucesión de formas de vida que va desde lo simple hasta lo complejo, pero conectadas entre sí por lo inexplicable. Es mucho más de lo que pretendemos creer, rebasa los límites del entendimiento y de la explicación lógica, hay verdades que hemos logrado atrapar en la comprensión, pero lo espiritual siempre escapa, tan solo la muerte nos une a esa realidad que tanto influye en la vida diaria, pero que negamos quizá por el miedo a no saber definirlo.
Nunca estás solo, cuando ciertas costumbres han logrado cimbrar tu voluntad, entonces el pensamiento los atrae a cada instante, materializando su influencia en tus acciones. Abrir puertas espirituales es lo más simple, la llave tiene que ver con la pérdida del conocimiento que tienes de ti y de los demás.
La inteligencia humana tiene una gran fuerza, es capaz de profundizar todo, pero aún algunos seguimos creyendo que solo trasciende cuando está acompañada de la oración, el perfecto estado que une con el creador.
Juan M. Castro

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