¿Dónde estás? Me estoy cansando de vivir con tu existencia solo
en mis pensamientos, pero sin disfrutar juntos de la vida. Cuando la
desesperación me invade he llegado a creer que eres una tonta ilusión, el fruto
de mis deseos, una persona que no podría encontrar en esta sociedad tan
deshonesta y vacía de amor.
Mi intensidad se desborda por tu llegada, un mutuo
reconocimiento que permitirá lo mejor de los dos, pero hoy tengo mucho por
resolver con decisiones dolorosas que tanto me lastiman, experiencias con conocimientos
que a veces cierran la posibilidad de nuestro encuentro.
No quiero celebrar con ellos, nada tenemos en común, yo prefiero
caminar solo en la playa, está de más intentar ser feliz cuando tú aún no estás
a mi lado, te necesito tanto amor mío, que como un loco me resisto a negar tu
existencia.
El egoísmo no tiene lugar cuando se vive en el amor, el no
reconocerlo es hacerlo a un lado, allí donde lo más perfecto está condenado a
morir, a transformarse en una maldita carga que asesina la infinita belleza que
pudo haber sido de dos.
Es verdad que a veces el amor está a un lado, pero se
necesita más que voluntad para reconocerlo, quizá tan solo con dejar que fluya
la consideración baste.
Como siempre me ha sucedido, el día que te vea o que te
reconozca ya en mi vida sabré que estaba en lo correcto, porque cuando el deseo
se mantiene firme ocurre el verdadero encuentro, aunque haya estado contigo
muchos años, entonces hasta ese momento amor mío.
Juan M. Castro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario