viernes, 26 de mayo de 2017

UN PASADO




Esa noche parecía que estaba solo en la vida, había un gran silencio, caminaba descalzo por el largo corredor de mi casa, las cortinas se levantaban por el delicioso aire fresco de la playa; estaba inmerso en mis pensamientos, finalmente el pasado había dejado de importar, ya no definiría mi presente; esto produjo una gran energía en mi interior, un fuerte deseo por aventurar en lo desconocido.

Es verdad que con gran facilidad el amor se puede afectar, pero también es de reconocer que la compasión es lo último que muere en la lucha por mantener el balance, encierra en sí misma muchas virtudes que hacen posible lo imposible en la vida.

¡La fuerza de la verdad es liberadora! No es suficiente la intención o la aceptación, se requiere valor para reconocer a profundidad y renunciar a la atadura de un absurdo pasado que continúa definiendo el presente, entonces se produce una gran transformación al dejarlo todo atrás.

Te quiero.
Juan M. Castro

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