domingo, 6 de noviembre de 2016

UN TIEMPO




Realmente que tiempos tan difíciles, ser yo en medio del todo, ¿a quién serle fiel? A las demandas de la sociedad, a un Dios manipulado por grupos religiosos corruptos o a mi conciencia, una conciencia influenciada por todo esto y muchas aspectos más propios de mi naturaleza.


Puedo percibir algo de verdad, de auténtico, sí, lo puedo sentir, pero cuando me acerco me asusto, entonces es clara la intervención humana, una fuerza demandante que sin argumentos sólidos pretende cambiarlo todo, palabras a medias que engendran un vacío en mi interior y que logran apartarme de la único que he intentado seguir toda mi vida, desde la infancia: Dios.
Los hijos se encuentran fuera de la casa paterna, regresarán un día, pero por mientras lo han olvidado y niegan su existencia, ¡qué triste! ¿Qué sentido entonces puede tener la vida cuando el espíritu no se alimenta?
La vida es hermosa, pero perder el balance es lo más fácil, reencontrar el camino, no es tan sencillo, la constancia fortalece y crea hábitos que casi determinan nuestra vida, entonces la claridad de la conciencia casi muere.
Anoche salí a caminar con mis perros, me encanta la tranquilidad, la oscuridad y el silencio de la noche, pareciese que la gente ha desaparecido, tan solo se escucha el crujir de las hojas de los árboles al pisarlas. Esta tranquilidad siempre me conduce a pensamientos que me estimulan a escribir, me gusta compartir, en sencillo y simple.
Te quiero.
Juan M. Castro