«Cuando permites que conduzcan tu vida, tan solo te alejas de ti mismo, expones lo más sagrado, tus emociones, a la indulgencia de tu propio raciocinio manipulado, donde tan solo fluye de la manera más armoniosa la maldad, tu inteligencia moralizada destruyendo contradictoriamente tus propios anhelos», (Juan M. Castro).
sábado, 28 de septiembre de 2013
Juan M. Castro: La conciencia
Juan M. Castro: La conciencia: «No puedo pretender vivir si anulo tu humanidad, no creo poder encontrar el sentido de mi vida si violento la armonía de la natura...
La conciencia
«No puedo pretender vivir si anulo tu humanidad, no creo
poder encontrar el sentido de mi vida si violento la armonía de la naturaleza.
Encontrarme conmigo mismo, es reconocer el valor de todo lo que me rodea y
vivir simplemente con ellos».
La conciencia universal, una conexión con la naturaleza y
todos los seres vivos que permite vivir en el más perfecto acorde, donde las
diferencias no son ventajas, tan solo formas de una personalidad. Un gran acto
que hace retornar la dignidad en el entendimiento, entonces el valor de lo
insignificante y de lo grande pierde relevancia.
La conciencia universal permite transformar y redefinir el
sentido mismo de la existencia, es una nueva comunicación en el reconocimiento que
se antepone a las palabras, donde las acciones tan solo fluyen.
La memoria hace posible que las partes más dañadas del
interior, así como lo agradable con la vida sea reconocido en su estado más
puro, quizá entonces el entendimiento de la raíz haga posible el cambio, más
prometedor que el enfoque en la intensidad y en lo que ha venido
produciendo.
La primacía de la inteligencia humana es para la
contemplación y la vida en la más perfecta coexistencia con el mundo entero,
desposeyendo al poder de la fuerza de servirse solo a sí mismo, en la aberrante
fantasía, una actitud egoísta que altera y daña todo el entorno.
Somos parte de una gran obra que tiene su firma, un creador
desconocido en los oscuros prejuicios de las mentes controladoras, aquellas que
intentan interpretar y definir al que no puede ser encerrado en palabras, sí,
hablo de Dios, el creador de todas las manifestaciones de vida.
Aquella noche estaba solo como de costumbre, secaba mis
lágrimas, no eran de tristeza, era una emoción infinita e indescriptible, el reconocimiento
de la libertad, algo que no tiene precio.
Juan M. Castro
jueves, 19 de septiembre de 2013
Juan M. Castro: Infidelidad
Juan M. Castro: Infidelidad: «Desde hacía mucho tiempo que tenía esa curiosidad, lo había intentado sin obtener resultado, hasta que se presentó el momento perfe...
Infidelidad
«Desde hacía mucho tiempo que tenía esa curiosidad, lo había
intentado sin obtener resultado, hasta que se presentó el momento perfecto, sí,
mi firme decisión estimulada por las mejores justificaciones», confesó él.
Mucho se puede decir, pero existe un patrón de conducta general
en el mundo de la infidelidad, es muy importante considerarlo para poder
entonces hablar con mayor certeza de una persona y su ambiguo comportamiento
crónico, algo que no finaliza con el perdón y las lágrimas.
¿Acaso el alcance de la infidelidad se puede equiparar al
olvido de alimentar al perro en la mañana? Si el perro está encerrado no tendrá
mas que esperar a que llegue el amo y le de comida por la tarde, pero si no
está encerrado o acostumbra encontrar huecos para salirse, seguramente se
alimentará de lo que encuentre fuera, aunque nos sea la misma calidad de comida
de casa.
Hay dos tipos de infieles muy diferentes entre si;
1)
El que es infiel porque ya empezó otra relación,
escondida, pero con estabilidad.
2)
El que no busca un compromiso, tan solo una
colección de satisfacciones que raramente se repiten con la misma persona.
Hay cuatro aspectos del infiel que aterrizan a mi mente;
1)
Voluntad de ser fiel frente a la pareja.
2)
Justificación de la infidelidad en la soledad.
3)
Desarrollo inconsciente de una doble voluntad,
lenguaje y acciones.
4)
No se busca un compromiso, ya que se tiene uno
con la pareja.
5)
La búsqueda de una mera satisfacción, un poco
más y diferente cada vez.
Un dato curioso;
El soltero (a) puede desarrollar también los hábitos del infiel,
pero la definición más correcta sería “promiscuo”, en este caso es mucho peor
para un futuro compromiso, a excepción que reciba terapia, ayuda espiritual y
voluntad para enfrentar su realidad.
No es verdad que amas las más bellas expresiones femeninas o
masculinas, quizá, pero has ido más allá de los límites, dejando de ver la
simplicidad de una persona, para envolverla en una fantasía satisfactoria momentánea,
pero aniquilador. La infidelidad es muy difícil de erradicar, se requiere mucha
voluntad, entendimiento, reconocimiento y ayuda profesional, así como
espiritual.
El amor es mucho más que palabras, cuando tus acciones son
descubiertas, quizá entiendas lo que has venido desarrollando en tu interior,
no es nada grato, ¿te puedes imaginar lo difícil que es para tu pareja? El amor
no es suficiente para perdonar y continuar, muchas veces ya es demasiado
tarde.
Seas perdonado o no, de igual forma reconciliate contigo mismo,
entonces será el gesto más honesto, el inicio, el proceso de tu sanación.
El sexo, la aventura y ese momento atrevido que nadie notó,
siempre, sí, siempre trae consecuencias que en el momento no figuras, te
acordarás de mí.
Juan M. Castro
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Juan M. Castro: El gran sueño
Juan M. Castro: El gran sueño: Mi querido amigo, siempre llega el doloroso momento en que el amor se duerme, un triste proceso, pero bello en el verdadero sentido, aq...
El gran sueño
Mi querido amigo, siempre llega el doloroso momento en que
el amor se duerme, un triste proceso, pero bello en el verdadero sentido, aquel
que toca la puerta de la realidad del espíritu. ¿Acaso crees que podrás seguir
amando de igual forma a quien ya partió de esta vida? Una gran frustración, una
engañosa emoción unida solo a la memoria, un sentimiento de abandono
involuntario.
«¿Dónde estás? Te necesito, quiero escuchar que me amas de
igual forma madre mía», gritaba él con gran fuerza en su interior, pero sin
emitir ruido alguno, un silencio desgarrador.
Permite que las emociones fluyan, sé que hoy el
entendimiento se torna irracional, pero en el tiempo la tranquilidad llegará, pero
de vez en cuando se hará presente la melancolía, sí, un sencillo recordatorio,
un homenaje a la mujer que te enseñó a amar.
¡Cuántas cosas se dicen! Sí, muchísimas, pero solo tú le
darás un sentido a esta preciosa experiencia que parecía nunca terminar, algo
que te niegas a definir porque sabes que vivirá en tu interior.
Los días corren, pareciese que una parte tuya también se ha
marchado, pero algo de esa memoria aún vive, sí, fluye de tu persona, porque siempre
serás el hijo amado y moldeado por ella, el sostén incondicional que la
acompañó hasta el suspiro final, la última gran bocanada de aire que la apartó
de ti, pero que la transportó a la paz que ya nadie le quitará.
¡Qué hermoso día tuvimos ayer! Se aproxima mi cumpleaños,
estaremos fuera de la ciudad disfrutando juntos cada momento, pero sé también que
este amor un día se dormirá.
Mi querido amigo, amar es vivir con plenitud cada momento,
no tiene nada que ver con poseer, gracias por tu lealtad.
Juan M. Castro
lunes, 16 de septiembre de 2013
Juan M. Castro: La guerra del amor
Juan M. Castro: La guerra del amor: Constantes situaciones me hacen cuestionar la vida diaria, una de ellas es el matrimonio y los sentimientos que aparecen o se for...
La guerra del amor
Constantes situaciones me hacen cuestionar la vida diaria,
una de ellas es el matrimonio y los sentimientos que aparecen o se forman
atreves del tiempo.
Tiempo y espacio son las palabras que más escucho, aún así
no niegan el amor existente, pero tan delicadamente advertido, que realmente es
eso lo que vengo cuestionando.
¿En qué momento de la relación nacen los deseos de una
independencia temporal? El amor se puede tornar complicado cuando las
necesidades personales se dejan de escuchar a profundidad y con honestidad,
situaciones que quizá siempre estuvieron presentes.
«¡Shh…! No lo digas en voz alta, la estoy pasando muy bien,
a ella la amo, pero creo que necesito un tiempo, un espacio para mí mismo», me
dijo un conocido esa tarde.
Yo prefiero la lealtad, una incondicionalidad que nace con
una profunda comunicación, no con los anhelos, ¿acaso puedo prevenir el resto
de los sucesos? ¿Acaso soy tan ingenuo como para creer que esa calamidad no
puede tocar la puerta de mi casa?
Después de todos los discursos, aún sigo creyendo que cuando
amas realmente a una persona todo es distinto, lo es porque el perdón tiene
cabida.
Juan M. Castro
sábado, 14 de septiembre de 2013
La ingenua
Existen momentos intensos que nos hacen experimentar el
placer como si fuera una eternidad, un constante ir y venir en la vida, pero
tristemente en el mismo círculo, sin ver más allá. La pretensión de poseer un
entendimiento más claro, con frecuencia nos lleva a fracturar y lastimar
aquellos con quienes pudimos haber vivido en armonía.
El amor no es suficiente, requiere entendimiento y humildad
para reconocer los propios errores, quizá entonces se torne más tolerante.
¿Acaso no te has dado cuenta que somos muy diferentes? Imposible de vivir
juntos más, no necesito de la constancia de tus regaños, día a día deseo estar
más distante de ti, no asesines por favor lo poco que aún nos mantiene unidos.
Era tan ingenua que creía que lo podía cambiar, pero no
alcanzaba a entender la fuerza de las costumbres, quizá él no era como sus
hermanos, pero tenía la misma semilla y aún existía la conversación con ellos.
¿Quién dijo que es suficiente con el amor y los buenos
sentimientos? No, no seas ten ingenua, no tienes más entendimiento que él, tan
solo son distintos y ahora incompatibles. ¿Quién dijo que con el matrimonio lo
conviertes en posesión tuya?
Cuando se comparten secretos tan íntimos y están unidos en
las costumbres, entonces es mejor que te hagas a un lado, no lo intentes, sí es
como sus hermanos, la pretensión de tu conocimiento jamás influirá, tan solo tu
insoportable constancia lo apartará de ti.
Amo la libertad, es mi más preciado tesoro, aquel que jamás
abandonaría por nadie, ¿el amor? Es lo más bello desde el inicio, un momento o
una eternidad que no asocio al sufrimiento o al sacrificio, mucho menos al
condicionamiento, «Tan solo se tú amor mío», le dije esa noche antes de hacer
el amor.
Juan M. Castro
martes, 3 de septiembre de 2013
Juan M. Castro: Batalla final
Juan M. Castro: Batalla final: ¿Es posible vivir con intensidad la belleza de la vida, sin dejar de pensar en la muerte? A cada momento las circunstancias que exist...
Batalla final
¿Es posible vivir con
intensidad la belleza de la vida, sin dejar de pensar en la muerte? A cada
momento las circunstancias que existen en el mundo amenazan la tranquilidad de nuestro
pequeño mundo o círculo familiar. El peligro y la destrucción más allá de la
propia voluntad se convierten en una posibilidad, lo vemos con tristeza día a
día en las vidas de otros.
El egoísmo encuentra
su mejor morada en las propias justificaciones, un estilo de vida que hace
olvidar al otro, aquel que nunca debió de ser ignorado, pero sucede con
frecuencia y es asesinado, anularlo también es otra forma de matarlo.
Entonces el
entusiasmo del esfuerzo es cuestionado, pero más en el último sentido de la
vida, una emoción que lo trasciende todo, el aliento del espíritu humano que se
alimenta solo del amor.
Muchos han sido
asesinados, un grito interior silencioso, sí, es muy doloroso, pero seguirá
sucediendo, quizá los siguientes seamos nosotros.
La humanidad se
conmociona frente a los juegos de las mentes corruptas, tan solo nos lleva a
mirar más allá de este mundo, sí, hay mucho más, realidades que adquieren
muchos nombres y que han florecido en los corazones vacíos.
El comportamiento es
consecuente de sus propios principios lógicos, pero más influye una emoción interior
que se fortalece o muere en el tiempo, el amor.
La vida se ha
convertido en una lucha, una guerra final ha resurgido, pero la realidad obliga a definirla como una batalla espiritual.
Juan M. Castro
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